¿Qué compone un libro? Elementos y sus nombres
Los límites de lo que es un libro, y lo que no, está desapareciendo. Parte de la culpa es de la era digital, en el que un libro puede ser también una publicación digital descargada en tu ebook o en tu teléfono móvil. También lo tenemos los autores y editores, que queremos que la originalidad prime en nuestro trabajo y la posibilidad actual de jugar con el formato nos da alas para la experimentación.
En este escenario, creo que sigue habiendo ciertos elementos que todo libro posee que hacen que un libro sea un libro.
Antes de empezar, quiero contaros que tengo manía, en cierta medida, a la palabra “libro”, ¿Emmm… Álvaro… eres idiota? Tal vez oye, pero me parece una palabra demasiado abierta o, al menos, no me gusta cómo se utiliza. A medida que el panorama editorial se ha ido ampliando y se han creado nuevos formatos digitales, el mercado ha impuesto unos nombres para ciertos productos que creo que son bastante falsos. El ejemplo que más repelús me da es el de “audiolibro”.
¿Cómo una obra que no puedes tocar, leer, portar, subrayar… y que sólo puedes escuchar puede llamársele libro? Entiendo que es una adaptación de un libro para ser escuchada, pero ¿su nombre no podía ser el la propia obra? ¿o el de obras auditivas?
Para que me entendáis, y como contraposición, me encanta que a las obras de teatro se las llame obras de teatro. Son obras escritas originalmente en formato libro, o en papel, que son llevadas a su representación teatral. Se estrene como representación o como libro son “obras de teatro” sin importar su género literario (Terror, drama, comedia…).
Dicho esto, os cuento qué debe tener tradicionalmente un libro de esos que podemos tocar, oler, disfrutar y/o comprar en una librería física. He incluido sólo las partes más importantes sin meterme mucho en tecnicismos ni tradición ancestral de este, ya que dependiendo de cada tipo de publicación, encontraremos unos contenidos u otros.
Libro x fuera! (el exterior)
Lo que es indiscutible es que, nuestro libro impreso y bonico, debe tener esa parte externa que lo proteje y sirve de envoltorio. Para ello, nos servimos de:
Cubierta: Es la cara principal exterior de nuestro proyecto, en el que, como mínimo, debería llevar el título para identificar la obra. Con los avances que tenemos, la cubierta se ha convertido en un punto prImordial del trabajo, la cara visual, un elemento que debe transmitir a la perfección la esencia del interior junto al lomo y contracubierta.
Es lo que suele llamar erróneamente todo el mundo portada, aunque la portada es la primera página impresa del interior que porta el título, autor y editorial como te contaré más abajo.
Contracubierta: La parte posterior de nuestro libro, donde solemos colocar un breve resumen o algo relacionado con el tema de nuestra publicación. De esta manera, podemos hacernos una idea de qué podremos encontrarnos dentro sin necesidad de abrir el libro. También es un lugar perfecto para continuar una gráfica o idea que hayamos iniciado en la cubierta.
Lomo: Parte indispensable cuando se trata de un trabajo con muchas páginas, encuadernado o fresado y, sobretodo, con un carácter informativo una vez trasladamos el proyecto a nuestra librería/estantería. Cuando es un trabajo de poquitas páginas, es difícil ser creativos y normalmente podemos encontrar únicamente el nombre del trabajo, autor y, si cabe, la editorial. En caso de ser un libro con muchas páginas o de cierto gramaje, el tamaño del lomo aumentará por lo que podemos tomarlo como una superficie más para decorar, siempre que mantengamos una coherencia con el exterior y siga informándonos de qué libro se trata.
Canto: El canto es la parte resultante exterior del conjunto de las hojas (no se si esta bien explicado jaja pensaba decir: El canto es el canto del libro, y darme con un canto en los dientes, que ya es otra cosa,y seguro que dolorosa, no me hagáis caso, perdonad mi tontuna). Es un soporte poco aprovechado en la mayoría de publicaciones, pero que están aprovechando otros muchos trabajos para pintar de cierto color, imprimir un nombre en concreto o dibujos. Como ejemplo, los libros de Malpaso editorial podemos identificarlos por su diseño minimalista en negro, mientras que aportan el color pintando el canto de cierto color junto a otros pequeños detalles.
Guardas: Hojas de papel encoladas con las que unimos las tapas o cubierta del libro con la tripa, normalmente impresas con carácter decorativo o sencillamente de algún color. Muchas editoriales están optando por utilizar esta parte para añadir información adicional o contenido del libro, uniendo así un poquito más el interior con el exterior.
Como ejemplo, nosotros hemos impreso las guardas de Trash Poems con fragmentos de fotos de la autora, Blanca Bercial.
Faja: La faja es un elemento que siempre he odiado, pero con el tiempo me he dado cuenta que tiene un carácter más informativo que decorativo. Es una tira de papel que sirve para dar información adicional en la portada, normalmente en sintonía gráficamente con el el exterior del libro. Por ejemplo, podemos mostrar que ha sido un libro premiado, que es la segunda edición o simplemente la crítica del libro por otro autor sin necesidad de ensuciar la edición ni comprometer el diseño. Si no te gusta, lo quitas y listo.
Solapas: Es un elemento que únicamente pueden tenerlo las publicaciones de tapa blanda (y no todas las llevan, aunque son bastante recomendables) (o si el libro de tapa dura lleva sobrecubiertas, claro) que sirven para proteger un poquito más nuestras tapas, darle consistencia y, además, podemos utilizarlas para añadir más información a nuestro trabajo, como información sobre el autor o sobre la editorial.
Libro x dentro! (el interior o tripa)
Una vez “desenvuelto” nuestro libro, nos encontramos la tripa, lo que sería el libro en sí y todo el contenido importante. Dentro de la tripa, encontramos:
Cuerpo principal: es el contenido principal y la obra en cuestión, pero podemos encontrar también ciertas partes antes y después de éste, añadidos como:
Portada: La portada es una página sencilla en la que encontramos la información básica del libro (Título, autor y editorial). En muchos casos, y como recurso si necesitamos alguna página más, podemos encontrar antes una portadilla con únicamente el título de la obra.
Índice: Una parte fundamental para libros de consulta o trabajos en los que queremos tener bien ordenada toda la información. Es un resumen esquemático con los contenidos y su paginación, a qué tema pertenece cada parte, etc. Suele presentarse al inicio, aunque hay géneros literarios o tipos de contenido que es totalmente innecesario, como novelas, poesía…
Créditos: Es esa página que encontramos al principio o al final de éste, en el que veremos temas tan importantes y valiosos como quien es el autor, quien ha traducido la edición, diseñador, impresor… pero además, hay un par de códigos legales super importantes: El ISBN y el Depósito legal.
Dedicatoria: Pequeño texto en que le dedicamos el trabajo a alguien. Normalmente reservamos una página para ello, aunque siempre puedes trasladarlo a otro hueco mientras funcione y no descoloque ninguna otra sección.
Introducción: Pequeño texto explicativo escrito normalmente por el autor que introduce al lector el contenido.
Prólogo: También llamado prefacio, es prácticamente lo mismo que la introducción (o en todo caso sirve para el mismo propósito) pero escrito por otro autor relacionado, contando de una u otra manera el tema del libro a tratar o un tema similar, dando pistas o claves del trabajo principal.
Epílogo: Es un texto final que completa de algún modo la obra, sirviendo en muchos casos de conclusión o resumen.
Notas: Pequeñas anotaciones aclaratorias del autor enlazadas con ciertas partes del libro. En alguna “rara” ocasión he visto como esta sección a cobrado gran importancia en la obra, sirviendo de ramificaciones explicativas a ideas tratadas que añaden discursos o información adicional. También podemos encontrar las notas en los pies de página.
Glosario: Utilizado en trabajos con palabras complejas o manuales de temas que desconocemos. Se trata de una lista de palabras y expresiones explicadas para poder entender el contenido. Podemos verlos, por ejemplo, en manuales de tal o cual técnica, o en narrativa fantástica para explicar razas u objetos propios del mundo creado en el libro.
Bibliografía: Conjunto de nombres y autores de textos a los que se hace referencia o que hemos utilizado para desarrollar el contenido de la obra. En ensayos me parece super importante, ya no incluso por saber de donde se ha sacado la información, si no por poder indagar un poquito más si quieres seguir tratando el tema.
Colofón: Anotación final con información sobre la impresión o texto con el que finaliza (y así cerramos) nuestro trabajo.
Con todo esto, podemos hacernos una idea de que elementos tienen muchos de nuestros libros favoritos o cómo están compuestos.
Tal como veo el libro en la actualidad, en ocasiones muchos de estos elementos no tienen importancia o pierden sentido, pudiendo romper con todas estas tradiciones y crear una obra única sin necesidad de seguir unos patrones marcados.
Eso sí, hay una condición: La obra debe ser ordenada y entendible si no, sencillamente, nos habremos cargado cualquier tipo de estructura.
¿Hay algún elemento que os confunda? ¿No sabéis si añadir cierto elemento a vuestro trabajo?
¡Contadme en los comentarios! 😉
Fernanda Loureiro
Hola Álvaro,
Gracias por el artículo, está muy bien 🙂
Una pequeña duda: algún de estos elementos es obligatorio o ¿el editor tiene total libertad de elegir cuáles incluir (siempre y cuando la obra siga siendo ordenada y entendible, como has mencionado)?
Un saludo,
Fernanda
La Granja
Hola Fernanda!
Mil gracias a ti por escribir <3
Exactamente como dices. Todos estos elementos son un poco orientativos y sirven para ordenar contenido de una manera tradicional, pero siempre puedes prescindir de todos los que quieras. Unos necesitarán blibliografía, otros prólogo, etc.
Siempre que se añadan es importante pensar bien donde incluirlos, pero un editor o autor siempre tiene libertad para añadir o quitar lo que se quiera 🙂
Hay un elemento que es casi casi obligatorio si se va a comercializar: El depósito legal y el ISBN, lo que suele estar en la “Pagina de créditos”. Te dejo aquí mismo el enlace en el que te cuento estos temas legales: ISBN, DEPÓSITO LEGAL Y PROPIEDAD INTELECTUAL¿ES NECESARIO?
Si tienes alguna duda de tu caso en concreto, cuenta cuenta! A ver si podemos ayudarte 🙂
Un abrazo animal