Artículo escrito por el diseñador Daniel Obregón.

Estoy seguro de que te sobra creatividad para desarrollar ese proyecto editorial al que estás dándole vueltas desde hace meses. ¡Solo falta ponerse a ello!

Pondré mi granito de arena para que tu proyecto llegue a buen puerto dándote 7 claves para que tus letras luzcan perfectas y funcionen correctamente. ¿Por qué 7? ¡Porque mira que bonito es el 7 de la tipografía Bodoni!

El diseño, en general, tiene pocas leyes que no se puedan romper si se necesita. Para la tipografía editorial no iba a ser menos. Siéntete libre de interpretar y quedarte con solo aquello que te funcione.

1. It’s a match.

El catálogo tipográfico es extenso y apasionante, pero eso no debes desviarte de tu primera misión: elegir tipografía.

No necesitamos más de un máximo de 3 tipografías (siendo generosos) para desarrollar nuestro proyecto al completo. Recuerda que tienes muchísimos recursos dentro de una misma familia tipográfica para usar: negritas, itálicas, tamaño de la fuente, subrayado… Que aprendiendo a utilizarlos correctamente tendrás más que de sobra para diferenciar todos sus estilos correctamente.

2. El tamaño importa.

Necesitamos que nuestros textos tengan una jerarquía clara, y que de un simple vistazo se pueda comprender qué tipo de información nos aporta. Si se trata de un titular, un texto destacado, cuerpo de texto, texto legal…

Tu mayor aliado para esta labor es el contraste. Necesitamos poder establecer una distinción clara entre tipos de texto usando un tamaño lo suficientemente contrastado para distinguirlo.

3. Que no te tiemble el pulso.

Hay un error más común de lo que piensas al que vamos a llamar “rebote de textos”. Revisando con calma nuestro documento, podemos ver un ligero movimiento en la posición debido a estar re-trabajando una y otra vez el texto.

Al pasar las páginas, todos los textos deberían de quedar estáticos según su estructura. Revisa que todo esté en orden y relájate, por el momento vamos perfe.

4. Largo de línea.

Necesitamos que nuestros textos tengan una jerarquía clara y, que de un simple vistazo, se pueda comprender qué tipo de información nos aporta. Si se trata de un titular, un texto destacado, cuerpo de texto, texto legal…

Tu mayor aliado para esta labor es el contraste. Necesitamos poder establecer una distinción clara entre tipos de texto usando un tamaño lo suficientemente contrastado para distinguirlo.

5. Soldado caído.

Como si regáramos una planta, no podemos ni quedarnos cortos ni pasarnos con nuestra longitud de líneas. Lo correcto para unas líneas compensadas que favorezcan la legibilidad de nuestros textos, es una longitud óptima. El estándar marca unos 65 – 75 caracteres por línea. Utiliza esta cifra como referencia y no como ley. La finalidad es que sea lo más legible posible.

6. Uno y no más.

En momentos difíciles, no dejamos a nadie solo. Lo mismo pasa con nuestros textos, siempre que sea posible evita tener palabras solitarias al final o principio de los párrafos.

Aunque suene duro, no hay sitio para huérfanas y viudas en un texto bien cuidado.

7. Re re revisa.

Los espacios de uno en uno. No hay cosa que más destaque, para un ojo entrenado, que un doble espacio donde no debería. Cuídate de no cometer estos fallitos y revisa bien tu proyecto antes de enviar a imprimir.

Ya tienes algunos tips para que las letras sean felices, y los lectores también :). Yo ya me voy, pero recuerda revisar, revisar y volver a revisar antes de imprimir o publicar. Gracias a esto te evitarás más de un disgusto.

¡Gracias por leer!

Si estás maquetando tu proyecto editorial o a punto de enviarlo a imprenta, seguro que estos artículos te ayudarán: 10 consejos de maquetación para tu proyecto editorial y ¿cómo vas a imprimir tu proyecto editorial?